Bonasera viciosillos!
Hoy, el impulso que me arde a escribir esta entrada es ni
más ni menos que un acontecimiento histórico:
Coro, cerca del cambio de dígito, ha dicho adiós al fiel
ladrillo que tenía como teléfono móvil. Para mencionar a este ejemplar del
paleolítico hay que remontarse a la época en la que nos conocimos: la
adolescencia temprana, por lo que os podéis hacer a la idea de que realmente
esto es serio. Por fin se ha adentrado temblorosa e inexpertamente en la
galaxia tecnológica de las infinitas y mamporreras aplicaciones...Entre ellas
esa peligrosa arma de doble filo: el whatsap.
My Smartphone and I
¿Y por qué defino como arriesgada esta aplicación? Os
preguntaréis. Hoy en día tu Smartphone es tu único e intransferible mejor
amigo, y más te vale que no vaya a parar a solas con nadie de difuminadas intenciones.
Esos secretos que tu teléfono guarda con la voluntad férrea de un aparato
inerte, cuando caen en garras de alguien con corazón latiente dejan de estar a
salvo. Hasta esa grabación de audio del plof plof acuífero de tu truño al caer
en el agua del váter puede ser objeto de difusión máxima en el whatsap en
cuestión de segundos. El mundo no es un lugar seguro.
“En el gym”
Porque hoy en día en esta sociedad adulterada, ¿quién usa
inocentemente el whatsap? Incluso la mente más disminuida puede sacarle miles
de beneficios lucrativos…Aunque realmente eso sería desconfiar de la humanidad.
Si nosotras hemos hallado en esta
vorágine actividades beneficiosas como el cultivo de idiomas, ¿por qué otras
personas no? Aunque sea a costa de la salud mental y el descanso de terceros.
Scusa ma la insolencia…(3:00 a.m)
Por desgracia, la originalidad no abunda y la más predominante
corriente whatsap es ligar o al menos intentar hilar el anzuelo. Sin embargo
las nuevas generaciones se adaptan y hay gente que se siente como pez en el agua
en este medio a la hora de comunicarse con fin reproductivo. Utilizan los
iconos como puente hacia el oasis de semejanza de coito. Cuando dos personas
con este simple mecanismo mental se hallan e intercambian números, la casa de
cada uno de ellos se convertirá en un hervidero de timbres recíproco y todo
será una magnífica foile a deux(aunque finalmente ni siquiera lleguen a
consumar lo tantas veces descrito con detalles). Por el contrario, si un ferviente
del whatsap da con una persona normal…la acosará hasta el día del juicio final
dejando al descubierto su mayor cualidad (¿virtud o defecto?): jamás sabe
cuando rendirse.
Perdón por el retraso
Crea dependencia emocional sobretodo en los más necesitados,
produce brotes psicóticos, hace que se te vaya la batería en cero coma, y, ¿vosotros
también pensáis que la opción autocorrector más que ayudarte te jode la vida? Y
extrañamente, sus partidarios, aunque no se redimen en quejas y blasfemias
hacia él…jamás lo quitarán. “Al fin y al cabo me ayuda con mi vocablo” Lo acaban justificando como si de marido
maltratador se tratase. Vale pero, ¿y quién coño me ayuda a mí a descifrar
semejantes jeroglíficos?
Mi gatita Perú ya se va a acostar
Definitivamente, no es trigo limpio. Su onda magnética nos
va a dejar a todos tan tontos que no vamos a saber ni por donde nos da el viento,
pero bueno. Ahí seguiremos, lucrándonos mientras se nos permita,
arrodillándonos a rezarle al sonidillo del whatsap. Y todo por la simple razón
de que…NO ES GRATIS, ENTRA EN LA TARIFA PLANA DE INTERNET. Es imparable. Y a
más moros más ganancias.
Hasta otra, crazy bitches.
IRENE
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